El patchwork ayuda a sentirse útiles a personas con problemas al darse cuenta que el poder creativo aflora en ellas”, asegura María José Verdeguer, delegada de la Asociación Española de Patchwork (AEP) en Valencia. El patchwork consiste en unir trocitos de tela para construir un único objeto. Con ello se confeccionan bolsos, colchas, cortinas, costureros, cuadros, alfombras, manteles, lámparas o ropa, una manualidad convertida en un pasatiempo para unos y en una necesidad para otros que ha ido ganando adeptos, con beneficios terapéuticos incluidos.
La mayoría de tiendas especializadas en patchwork, en español llamado “mazuelas”, organizan talleres donde las propias dueñas o dependientas enseñan a sus clientes a realizar camisetas, bolsos, ropa de bebé, edredones y un sinfín de objetos utilizando como instrumentos variedades de telas con aplicaciones de colores, hilos, agujas y, por supuesto, buena compañía.
Sandra Sanz es dependienta en ”Les Flors”, una tienda de patchwork situada en la Gran vía Fernando el católico , cerca de la parada de metro de Ángel Guimerà, donde realizan talleres dedicados solamente al patchwork todos los días de la semana en Valencia. Sanz trata a diario con las personas que acuden al taller y asegura que todas utilizan esta técnica de costura “para evadirse de los problemas” y añade que ”el patchwork es un motivo más para interactuar con la gente y compartir pensamientos y vivencias”. Además, la tendera recalca que esta labor no consiste solamente en pasar el rato cosiendo, sino que es “una vía de escape para muchas mujeres”.
Beneficios del patchwork
“La mazuela y otro tipo de labores además de fomentar la relación entre las personas, potencian la solidaridad y te hacen pasar un rato agradable con gente que comparte tu misma afición” relata Eva Vida, clienta de “Fil d´Or” otra de las famosas tiendas valencianas dedicadas al mundo del patchwork. En esta actividad la edad no importa, lo practican todo tipo de personas desde niñas y niños de dieciséis años hasta señoras y señores de ochenta años. La razón de ello es que la técnica es muy fácil de aprender.
Manoli Navarro, maestra de patchwork, explica que la clave está en “aprender la técnica” y una vez la sabes y la dominas “no hay nada difícil”. Existen dos tipos de patchwork el geométrico y el de aplicación. El geométrico consiste en unir diferentes retales haciendo una composición, con el se pueden hacer colchas, cojines, mantitas etc.
Por otra parte, está el de aplicación que se puede hacer con punto de festón o con punto escondido. Este último se utiliza para hacer peluches, para colocar dibujos en camisetas, hacer delantales e incluso fundas para el iPad. Este método es el que aprenden las alumnas que acuden a los diferentes talleres integrados en las tiendas en Valencia.
“Una clienta está confeccionando una colcha con trozos de vestidos que ha llevado su hija desde su niñez hasta sus dieciocho cumpleaños y se la va ha regalar” cuenta Navarro, tendera de “La Tía Pepa” a primera tienda en Valencia destinada a esta labor. Para algunas el patchwork es una tradición que pasa de madres a hijas. En la actualidad, muchas personas se están interesando por este tipo de costura artesanal. Esta tejedora descubrió el patchwork en su adolescencia de eso ya han pasado más de 19 años y sigue “enganchada”, tal y como cuenta, a este método de costura tan versátil. Hoy, además de dar clases en su taller, trabaja como artesana de esta técnica. “Disfrutas mucho haciendo patchwork porque desarrollas la creatividad y para mí es un placer poder trabajar realmente en lo que me gusta, que es esto”, afirma la maestra.
Carla Ahís, alumna del taller, mientras le pega el último punto al cojín que ha creado con esta labor de costura, comenta que el patchwork “no tiene nada que ver con la costura tradicional que tiende a limitar la creatividad de las personas”. Para esta mujer adicta al patchwork, esta labor es “muy gratificante porque puedes hacer multitud de cosas”.
Este estilo de hacer costura enlaza tradición, solidaridad, creatividad además de fomentar las relaciones entre personas. A cambio de todo ello, se obtienen bonitas piezas que se pueden colocar en cualquier rincón de la casa.
FUENTE: http://elsubmarino.periodismodigital.es/not/1272/patchwork__terapia_entre_telas_/